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El Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático de Chile ha aprobado el Plan de Adaptación al Cambio Climático del Sector Silvoagropecuario. Este plan, desarrollado por el Ministerio de Agricultura con el apoyo de la FAO y en colaboración con el Ministerio del Medio Ambiente, es el primer instrumento sectorial de este tipo que se realiza bajo la Ley Marco de Cambio Climático de 2022. La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, destacó la importancia de este plan, ya que Chile es especialmente vulnerable al cambio climático y necesita medidas de adaptación en todos los sectores.
El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, señaló que el sector silvoagropecuario ya enfrenta serias consecuencias del cambio climático, como la escasez hídrica y el aumento de temperaturas. Este plan busca enfrentar estas problemáticas mediante un conjunto de medidas y acciones construidas de manera participativa y validadas territorialmente. El objetivo es coordinar esfuerzos entre diversos ministerios e instituciones públicas y privadas para implementar las medidas establecidas.
Entre las 12 medidas y 63 acciones del plan se incluyen la incorporación de prácticas de manejo silvoagropecuario adaptadas al cambio climático, la implementación de técnicas para la obtención y reserva de agua, y el desarrollo de tecnologías que mejoren la eficiencia del riego. También se propone la construcción de infraestructura hídrica y la promoción de la conservación y restauración de ecosistemas naturales.
Además, el plan busca extender y optimizar los sistemas de información y gestión de riesgos agrometeorológicos, implementar infraestructura productiva intrapredial y desarrollar sistemas de monitoreo para seguir los cambios en la productividad agrícola. También se incluye un plan piloto de adaptación para la Región de Aysén, destacando el compromiso del gobierno con la adaptación al cambio climático en diversas regiones del país.
Finalmente, el Consejo de Ministros aprobó una nueva norma de emisión de olores para el sector pesquero, similar a la existente para la industria porcina. Esta norma busca proteger la salud y mejorar la calidad de vida de las personas regulando las plantas de harina y aceite de pescado, así como las plantas de alimento para peces, principalmente en las regiones del Biobío, Los Lagos y Tarapacá.