Nuestro entrevistado de hoy es Felipe Fontecilla, es un joven valdiviano, miembro activo de Climate Action Network International y trabajó por 3 años consecutivos en el seguimiento a la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

Ha dirigido Centros de Pensamiento Político en el desarrollo de proyectos de investigación para la construcción de política pública en las áreas de Clima y Transición Socioecológica Justa, Participación Popular y Feminismo en Chile.

Fue reconocido en el marco del Día de la Tierra 2024, junto a otras figuras destacadas a nivel internacional, en el prestigioso ranking de Climate Hack que enumera a los «60 líderes de pensamiento climático que debes conocer”.

¿Cómo estamos como país trabajando para mejorar el consumo de energías renovables?

Primero que nada, y es un tema que vale la pena recordar, es que Chile se comprometió en la COP25 a alcanzar un 70% de uso de energía renovable para el 2030. En esa línea, el debate sobre la energía en nuestro país alcanzó velocidad y visibilidad, pero aun debemos seguir evangelizando y educando sobre estos temas país.

En función de los desafíos globales y los compromisos internacionales se han desarrollado distintas estrategias, tanto para una transición energética como para una transición justa, esta última poco realista y mal ejecutada según mi punto de vista, pero lo importante es que estas tendencias de sostenibilidad o sustentabilidad, deben ser un pilar de conversación en todo ámbito de empresas desde las Pymes hasta las más grandes, incluyendo a las multinacionales.

Además en otra área relevante y estratégica, el gobierno, las empresas y la sociedad civil deben trabajar juntos como un triunvirato de innovación para diseñar políticas que promuevan la equidad energética. Una cooperación público-privada podría capacitar a la fuerza laboral en nuevas tecnologías y creación de empleos verdes, por ejemplo.

¿Pero es muy sabido que aun hay muchas empresas que no saben que hacer con sus áreas de sostenibilidad o sustentabilidad? ¿Es mito o realidad?

Los grandes movilizadores e impulsores de la sostenibilidad en nuestra región son las Pymes y los emprendedores que tienen en su adn mucho más conocimiento del impacto que tienen estas tendencias, pero también se esta viendo que hay una mayor conciencia de las grandes empresas y multinacionales con sus socios de negocios.

Si bien es cierto se habla mucho del cambio climático en los directorios, no es menor la relación que hay entre ser una empresa sostenible y sustentable con este tema, pues al final todo se relaciona con el medio ambiente.

Obviamente, puede que la sustentabilidad vaya a tener un impacto más fuerte en empresas que trabajen en áreas en pos de la eficiencia energética, como la minería, hidroeléctricas, manufactura, por dar unos ejemplos, o empresas de tecnología que usen la nube o tengan sus propios centros de datos, pero esto no quiere decir que este circulo este cerrado, y por lo mismo la conversación del tema.

¿Pero cuál es rol del gobierno en estas temáticas para fortalecer la sustentabilidad o la sostenibilidad?

En estos momentos CORFO, es sin lugar a dudas, el gran aliado y líder en crear programas, concursos, seminarios, etc, en temas de sustentabilidad, pero nos falta ver más una línea de gobierno a mediano plazo, más allá de los colores políticos, porque necesitamos una democratización de estos temas.

Hay que hacer una transición más ordenada como país y como política de inversión por parte del estado, pero también los privados deben estar más abiertos y coordinados con los ministerios para impulsar todo lo relacionado al sector verde, ecológico o green IT.

Muchos nombres y conceptos uno ve en la actualidad, pero sino conversan y coordinan como una fuerza y visión, los resultados pueden ser catastróficos. El egocentrismo es el peor enemigo de ambos conceptos y no estoy exagerando ni creando una crisis de pánico ambiental, pero si un fuerte llamado de atención.

Creo personalmente que aun estamos a tiempo de crear y modificar las mallas curriculares de los colegios, universidades y CTF, potenciando la educación técnico profesional en estas temáticas, como ya lo esta haciendo Europa y pensando en los nuevos desafíos y «empleabilidad verde», que serán si o si necesarios en 5 o 10 años más por múltiples empresas no solo en Chile, sino en todo el mundo.