La Región Metropolitana de Chile enfrenta una serie de desafíos ambientales apremiantes, como la contaminación del aire y del agua, la gestión inadecuada de residuos, la pérdida de biodiversidad y los efectos del cambio climático. Estos problemas afectan la calidad de vida de los habitantes, la salud de los ecosistemas y el desarrollo sostenible de la región.

En este contexto, la educación ambiental emerge como una herramienta fundamental para abordar estos desafíos. La educación ambiental no solo busca informar y sensibilizar a la población sobre los problemas ambientales, sino también promover un cambio de actitudes y comportamientos hacia prácticas más sostenibles. A través de la educación ambiental, se puede fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones, empoderar a las comunidades para liderar iniciativas ambientales y generar soluciones innovadoras a los problemas locales.

La implementación de una política pública en educación ambiental en la Región Metropolitana permitiría articular los esfuerzos de los diferentes actores involucrados (gobierno, municipios, organizaciones de la sociedad civil, sector privado e instituciones educativas), establecer objetivos y metas claras, asignar recursos de manera eficiente y garantizar la continuidad y sostenibilidad de los programas a largo plazo.